¿Existe realmente la adicción al sexo?

Autores/as

  • Enrique Echeburúa Universidad del País Vasco UPV/EHU Cibersam. Enviar correspondencia a: Enrique Echeburúa. Universidad del País Vasco UPV/EHU. Facultad de Psicología. Avda. de Tolosa, 70. 20018 San Sebastián (España).

DOI:

https://doi.org/10.20882/adicciones.77

Palabras clave:

Trastorno de hipersexualidad, adicción al sexo, parafilias, comorbilidad, DSM-V

Resumen

Se ha propuesto el trastorno de hipersexualidad como una nueva categoría diagnóstica para el DSM-V. Este trastorno se caracteriza por la frecuencia y la intensidad de las fantasías sexuales, la activación psicofisiológica, el ansia y las conductas sexuales, todo ello asociado a un componente de impulsividad. Las conductas excesivas de tipo apetitivo, incluyendo la hipersexualidad, pueden considerarse como adicciones conductuales. La adicción al sexo se aplica a personas que muestran conductas parafílicas o no parafílicas relacionadas con situaciones de riesgo, con una escalada en el tipo de conductas sexuales (tolerancia), con una pérdida de control y con una consecuencias psicosociales negativas, tales como embarazos no deseados, ruptura de pareja, problemas económicos/laborales y enferme- dades de trasnmisión sexual, incluyendo el sida. Las conductas más habi- tuales implicadas en la adicción al sexo son las fantasías sexuales, la masturbación compulsiva, la pornografía, el cibersexo, el voyeurismo, el sexo anónimo y las parejas múltiples. Las conductas sexuales tienen como objetivo reducir la ansiedad y otros afectos disfóricos (por ejemplo, la ver- güenza y la depresión). La adicción al sexo presenta una comorbilidad con otros trastornos del Eje I (sobre todo, con trastornos de ansiedad, depre- sión, dependencia de sustancias e hiperactividad). Todavía hay muchas lagunas en el conocimiento del curso clínico, de los factores de riesgo y de la historia familiar y se carece de datos sobre la adición al sexo en mujeres.

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Publicado

2012-12-01

Número

Sección

Editorial